BENJAMÍN ÁNGEL MAYA ORDEN DEL ARRIERO EN EL GRADO EXTRAORDINARIO DE CABALLERO DE HONOR.
*
"CAPADA DE UN CABALLO CONTADA POR EL MISMO
(Oh qué triste y amargo mi penar cuando supe que me
iban a capar)
+******************
"cuando aquel de quien era prisionero
sal llevaba al potrero
mucho que me alegraba!
pero jamás aquella sal probaba:
ni un grano me dejaba ese judío,
aunque era potro compañero mío.
Razón porque viviera yo lanudo,
y el gordo y mofletudo
como cebado sacristán ocioso
mas, a pesar de todo,yo engordaba
y mi estampa viril aumentaba,
dejando casi muerto de la tusa
a mi socio con cara de lechuza
cuatralbo, coleador, carranchiloso,
anguniento, logrero, jactancioso,
mancoreto, trazón, medio cachorro,
petulante, trotón y bien pedorro.
-2-
Oliendo aquí y allá, correteando,
triscando ancioso y anhelando
ser caballo bien ágil y contento,
iba y venía al trote alebrestado,
o galopando, o al paso repicado,
o ensayando posturas a porfía
en busca del amor con ardentía.
-3-
De pronto sucedió quién lo creyera?,
que al final de una gira mañanera
me tope de improviso unas potrancas,
de cuello erguido, de lustrosas ancas,
que pastaban contiguo a do yo estaba,
aunque un vallado feroz nos separaba,
ya que su dueño, un viejo montaraz,
no permitía las olieran por detrás.
-4-
Tal suceso volviome medio loco
y enamorado relinchaba un poco
bien duro, que lo oyeran Ellas,
tan gustosas, tan ágiles, tan bellas,
tan esbeltas, tan lúcidas, e inquietas,
tan brinconas, tan finas y coquetas,
tan cerreras, tan vírgenes y prietas,
tan ariscas, tan buenas y secretas.
-5-
mas, animado por las vitaminas
y repleto de fuerzas ultraequinas,
una mañana me salté el vallado
y en carrera veloz llegué a su lado,
sudoroso, tembloroso, apasionado
con algo muy largote y entiesado,
que me salió del cuerpo acalorado.
-6-
Con zalemas y piruetas cortesanas
me recibieron las apuestas damas.
Y yo, autorizado por aquellas gracias,
hice sobre ellas tales acrobacias,
que casi, me desmayo en el instante...
pues bajé débil, extenuado, agonizante,
con la verga trompona y chorreante
y un copioso sudor escalofriante.
-7-
Y sucedió que mi patrón, furioso,
por ese atrevimiento escandaloso,
mandó que me llevaran al corral,
que me tumbaran y me echaran pial
y me sacaron los derechos que tenía
a ser caballo caballo de raza y lozanía,
pues siendo tan lascivo y descarado
merecía por siempre estar capado.
-8-
reunidos en torno a un bramadero,
con la soga más fuerte del vaquero
me amarraron las manos y las patas,
pasando por el cuello unas tirantas
que al recobrarlas con fiereza enorme
me convirtieron en sumiso informe,
sin derecho siquiera al pataleo,
mas sufriendo de orina un gotereo.
-9-
Provisto de un Platón con Veterina,
de navaja, de aguja y piola fina,
llegó por fin el capador infame
y, sin piedad, siquiera sin hablarme
presumido, poniéndose en cuclillas,
con apretones, sin piedad alguna,
y haciéndolas brincar una por una.
-10
Y fue tan cruel el criminal antojo
que me dejaron descubierto un ojo
para que viera, sin perderme nada,
la triste operación de mi capada.
Dos cortadas finitas y largotas,
envueltas entre fibras y tendones,
los cuales reventaban a tirones,
quedando el hijo de la mancoreta,
con un feo vacío entre la horqueta,
bañado en sangre, la pupila yerta,
angustioso pujido por la jeta,
desintegrado, la mirada incierta
y la viril estampa descompleta.
Ya no podría calar mi bayoneta,
ni mantener dos en la bolseta.
12-
Lo fiero fue que el capador vergajo
terminó por tirarle lo que extrajo,
adherido a membranas y tendones,
a una perra sarnosa, embarazada
que estaba vigilando la capada
y en una exhalación se los tragaba.
-13.
Y vino entonces aflicción completa;
el capullo me quedó como una olleta,
dejando muy adentro cierta cosa...
que entonces se salia victorioso...;
creció miedosamente la hinchazón
y en la herida resultome comezón,
quizá porque vaqueros inhumanos
propiciaron la entrada a los gusanos,
-14-
para sacarlos embutieron un dedo.
¡oh dolor!, pujaba y me tiraba un pedo.
Con remedios y curas a porfía
que me hacían bien duro cada día,
se fue calmando mi penar tremendo
y otra persona yo me fui volviendo,
pues me quedó relincho aflautado
y el caminar un tanto amanerado...
-15-
Me gustaron los machos, no las yeguas,
y decidido, sin temor a menguas,
mordía los primeros en las ancas
en vez de acariciar a las potrancas
¿que dirían tan lúcidas y tiernas
al notar el vacío entre mis piernas?
¿Y qué burlas me haría el compañero
si veía, por Dios que no era entero?
-16-
Ni elegancias, ni guiños repelentes,
ni tampoco fiereza de los dientes,
ni cuello grueso, ni elegante alzada
me quedaron después de esa capada.
por ello, amargado con el tal avieso
y resuelto o no pensar en eso,
cacorro me volví¿ quien lo creyera?
con todo lo verraco que yo era.
17-
Y qué otro camino me quedaba
si pena tan amarga me agobiaba?
tal vez pedir al cielo soberano
se le secara integra la mano
al hijueputa de moral tan baja
que optó por aplicarme la navaja
y por echarme sal en el zurrón
para que fuera intenso mi dolor.
-18-
yo hasta pudiera convenir con eso
si enlazaran al potro del pescuezo
para hacerle maldad tan atrevida
antes de darse cuenta de la vida,
y no luego de iniciarme con ardor
en los goces supremos del amor.
No es lo mismo ser ciego de nación
que habiendo disfrutado de visión.
-19-
Parece inexplicable la crueldad
de ir capando a los de cierta edad,
pues resulta, al cogerles el atao,
que una pelota dizque no ha bajado,
lo que indica aplazar la operación
hasta que estén las dos en el bolsón.
¿quién hubiera sabido tal rareza
para esconderlas bien en la cabeza?
-20
Perdonadme lo rudo del lenguaje
al contar la succión de mi equipaje;
hay que ponerse en el estado de uno
y pensar en el verbo caballuno
para contar en verso esa capada
que me dejo amargura de por vida
a causa de esa gente malparida...
-21-
¡Oh! el bello padre altivo y arrogante...
los retosos de amor...y aquel instante...
con las potras coquetas del vallado
en las cuales monté tranqui parado...
ansioso de romperles el virginado
con la fuerza de salir al otro lado,
así quedara todo encalambrado,
pero jamás, por dios, seximediado.
-22-
Y aquí le pido con respeto entero
al gran poeta JUAN JOSÉ BOTERO,
quien andará de gancho con Gregorio,
librados ya del fiero purgatorio,
disculpe intromisión tan descarada
de meterle a su historia una capada.
lo hice por ser escandaloso registrar
un caballo andariego sin castrar.
-23-
Y más habiendo sido de alquiler,
sirviendo de bagaje a una mujer,
o en la casa de un cura reverendo,
o una recua de mulas conduciendo.
por calles y caminos no es decente
andar con el mercado tan pendiente;
con ello se corrompe al inocente
y se infunde malicia a mucha gente.
-24-
Y a los nobles amigos de la silla,
si acaso les gustó mi croniquilla,
les aconsejo con cariño cierto
que mantengan el ojo muy abierto
y no echen sus yeguas en potrero
donde pueda pastar táparo entero,
que las logre preñar de madrugada,
para luego ganarse una capada.
por constancia de la historia ruin,
firmada por ángel maya Benjamín
(en este lugar testiculado
quedé siempre mutilado)
BENJAMÍN ÁNGEL MAYA
*
"CAPADA DE UN CABALLO CONTADA POR EL MISMO
(Oh qué triste y amargo mi penar cuando supe que me
iban a capar)
+******************
"cuando aquel de quien era prisionero
sal llevaba al potrero
mucho que me alegraba!
pero jamás aquella sal probaba:
ni un grano me dejaba ese judío,
aunque era potro compañero mío.
Razón porque viviera yo lanudo,
y el gordo y mofletudo
como cebado sacristán ocioso
mas, a pesar de todo,yo engordaba
y mi estampa viril aumentaba,
dejando casi muerto de la tusa
a mi socio con cara de lechuza
cuatralbo, coleador, carranchiloso,
anguniento, logrero, jactancioso,
mancoreto, trazón, medio cachorro,
petulante, trotón y bien pedorro.
-2-
Oliendo aquí y allá, correteando,
triscando ancioso y anhelando
ser caballo bien ágil y contento,
iba y venía al trote alebrestado,
o galopando, o al paso repicado,
o ensayando posturas a porfía
en busca del amor con ardentía.
-3-
De pronto sucedió quién lo creyera?,
que al final de una gira mañanera
me tope de improviso unas potrancas,
de cuello erguido, de lustrosas ancas,
que pastaban contiguo a do yo estaba,
aunque un vallado feroz nos separaba,
ya que su dueño, un viejo montaraz,
no permitía las olieran por detrás.
-4-
Tal suceso volviome medio loco
y enamorado relinchaba un poco
bien duro, que lo oyeran Ellas,
tan gustosas, tan ágiles, tan bellas,
tan esbeltas, tan lúcidas, e inquietas,
tan brinconas, tan finas y coquetas,
tan cerreras, tan vírgenes y prietas,
tan ariscas, tan buenas y secretas.
-5-
mas, animado por las vitaminas
y repleto de fuerzas ultraequinas,
una mañana me salté el vallado
y en carrera veloz llegué a su lado,
sudoroso, tembloroso, apasionado
con algo muy largote y entiesado,
que me salió del cuerpo acalorado.
-6-
Con zalemas y piruetas cortesanas
me recibieron las apuestas damas.
Y yo, autorizado por aquellas gracias,
hice sobre ellas tales acrobacias,
que casi, me desmayo en el instante...
pues bajé débil, extenuado, agonizante,
con la verga trompona y chorreante
y un copioso sudor escalofriante.
-7-
Y sucedió que mi patrón, furioso,
por ese atrevimiento escandaloso,
mandó que me llevaran al corral,
que me tumbaran y me echaran pial
y me sacaron los derechos que tenía
a ser caballo caballo de raza y lozanía,
pues siendo tan lascivo y descarado
merecía por siempre estar capado.
-8-
reunidos en torno a un bramadero,
con la soga más fuerte del vaquero
me amarraron las manos y las patas,
pasando por el cuello unas tirantas
que al recobrarlas con fiereza enorme
me convirtieron en sumiso informe,
sin derecho siquiera al pataleo,
mas sufriendo de orina un gotereo.
-9-
Provisto de un Platón con Veterina,
de navaja, de aguja y piola fina,
llegó por fin el capador infame
y, sin piedad, siquiera sin hablarme
presumido, poniéndose en cuclillas,
con apretones, sin piedad alguna,
y haciéndolas brincar una por una.
-10
Y fue tan cruel el criminal antojo
que me dejaron descubierto un ojo
para que viera, sin perderme nada,
la triste operación de mi capada.
Dos cortadas finitas y largotas,
envueltas entre fibras y tendones,
los cuales reventaban a tirones,
quedando el hijo de la mancoreta,
con un feo vacío entre la horqueta,
bañado en sangre, la pupila yerta,
angustioso pujido por la jeta,
desintegrado, la mirada incierta
y la viril estampa descompleta.
Ya no podría calar mi bayoneta,
ni mantener dos en la bolseta.
12-
Lo fiero fue que el capador vergajo
terminó por tirarle lo que extrajo,
adherido a membranas y tendones,
a una perra sarnosa, embarazada
que estaba vigilando la capada
y en una exhalación se los tragaba.
-13.
Y vino entonces aflicción completa;
el capullo me quedó como una olleta,
dejando muy adentro cierta cosa...
que entonces se salia victorioso...;
creció miedosamente la hinchazón
y en la herida resultome comezón,
quizá porque vaqueros inhumanos
propiciaron la entrada a los gusanos,
-14-
para sacarlos embutieron un dedo.
¡oh dolor!, pujaba y me tiraba un pedo.
Con remedios y curas a porfía
que me hacían bien duro cada día,
se fue calmando mi penar tremendo
y otra persona yo me fui volviendo,
pues me quedó relincho aflautado
y el caminar un tanto amanerado...
-15-
Me gustaron los machos, no las yeguas,
y decidido, sin temor a menguas,
mordía los primeros en las ancas
en vez de acariciar a las potrancas
¿que dirían tan lúcidas y tiernas
al notar el vacío entre mis piernas?
¿Y qué burlas me haría el compañero
si veía, por Dios que no era entero?
-16-
Ni elegancias, ni guiños repelentes,
ni tampoco fiereza de los dientes,
ni cuello grueso, ni elegante alzada
me quedaron después de esa capada.
por ello, amargado con el tal avieso
y resuelto o no pensar en eso,
cacorro me volví¿ quien lo creyera?
con todo lo verraco que yo era.
17-
Y qué otro camino me quedaba
si pena tan amarga me agobiaba?
tal vez pedir al cielo soberano
se le secara integra la mano
al hijueputa de moral tan baja
que optó por aplicarme la navaja
y por echarme sal en el zurrón
para que fuera intenso mi dolor.
-18-
yo hasta pudiera convenir con eso
si enlazaran al potro del pescuezo
para hacerle maldad tan atrevida
antes de darse cuenta de la vida,
y no luego de iniciarme con ardor
en los goces supremos del amor.
No es lo mismo ser ciego de nación
que habiendo disfrutado de visión.
-19-
Parece inexplicable la crueldad
de ir capando a los de cierta edad,
pues resulta, al cogerles el atao,
que una pelota dizque no ha bajado,
lo que indica aplazar la operación
hasta que estén las dos en el bolsón.
¿quién hubiera sabido tal rareza
para esconderlas bien en la cabeza?
-20
Perdonadme lo rudo del lenguaje
al contar la succión de mi equipaje;
hay que ponerse en el estado de uno
y pensar en el verbo caballuno
para contar en verso esa capada
que me dejo amargura de por vida
a causa de esa gente malparida...
-21-
¡Oh! el bello padre altivo y arrogante...
los retosos de amor...y aquel instante...
con las potras coquetas del vallado
en las cuales monté tranqui parado...
ansioso de romperles el virginado
con la fuerza de salir al otro lado,
así quedara todo encalambrado,
pero jamás, por dios, seximediado.
-22-
Y aquí le pido con respeto entero
al gran poeta JUAN JOSÉ BOTERO,
quien andará de gancho con Gregorio,
librados ya del fiero purgatorio,
disculpe intromisión tan descarada
de meterle a su historia una capada.
lo hice por ser escandaloso registrar
un caballo andariego sin castrar.
-23-
Y más habiendo sido de alquiler,
sirviendo de bagaje a una mujer,
o en la casa de un cura reverendo,
o una recua de mulas conduciendo.
por calles y caminos no es decente
andar con el mercado tan pendiente;
con ello se corrompe al inocente
y se infunde malicia a mucha gente.
-24-
Y a los nobles amigos de la silla,
si acaso les gustó mi croniquilla,
les aconsejo con cariño cierto
que mantengan el ojo muy abierto
y no echen sus yeguas en potrero
donde pueda pastar táparo entero,
que las logre preñar de madrugada,
para luego ganarse una capada.
por constancia de la historia ruin,
firmada por ángel maya Benjamín
(en este lugar testiculado
quedé siempre mutilado)
BENJAMÍN ÁNGEL MAYA
Comentarios